La redundancia N+2 es una configuración de infraestructura crítica que proporciona dos componentes adicionales de respaldo más allá de los requisitos operativos básicos. La estrategia de tener un backup del backup, por ejemplo, caracteriza un N+2 Data Center. Esta arquitectura representa un nivel intermedio entre las configuraciones N+1 y 2N, ofreciendo mayor protección que N+1 pero con menor costo que una solución completamente duplicada.
En el contexto de los centros de datos modernos, donde el 80% de los administradores y técnicos de centros de datos han enfrentado alguna forma de interrupción en los últimos tres años, la implementación de redundancia N+2 se ha convertido en una consideración crítica para garantizar la continuidad del negocio.
Entendemos que la redundancia N+2 representa una inversión significativa. Por eso, te mostramos casos de uso específicos para que cada peso invertido en tu data center asegure la máxima protección y retornos.
La redundancia N+2 es especialmente valiosa cuando se tienen sistemas con múltiples componentes que trabajan en conjunto. Si se calcula que un data hall tiene un IT Heat Load esperado de 1,800kW, con el requerimiento [N] para proporcionar enfriamiento siendo 6 unidades CRAH de 300kW, se instalarían ocho unidades, así en caso de que fallen hasta [N+N] las unidades 7ª y 8ª estarán disponibles para tomar la carga sin interrupciones en las operaciones.
Para empresas que operan continuamente y no pueden permitirse tiempo de inactividad durante el mantenimiento, la redundancia N+2 permite realizar mantenimiento en un componente mientras se mantiene la redundancia N+1. Esto es crucial para sectores como:
Mientras que N+1 introduce algo de redundancia, todavía presenta un riesgo en caso de múltiples fallos simultáneos. Para minimizar este riesgo, algunos centros de datos utilizan un diseño de redundancia N+2 para proporcionar dos componentes extra. Esto es particularmente importante en:
Debido a la simplicidad de su arquitectura, un diseño N+1 es más barato y más eficiente energéticamente que otros diseños más sofisticados. La redundancia N+2 ofrece un punto medio óptimo, proporcionando protección adicional sin los costos asociados a una arquitectura 2N completa.
Con dos componentes de respaldo, los operadores pueden:
Una configuración de sistema ‘N+2’ generalmente equivaldría a un Centro de Datos Tier 2 – Infraestructura de Sitio Redundante, si también se acompaña con rutas de distribución únicas para la energía y el enfriamiento o si incluye varias rutas de distribución, un Tier 3 – Mantenible Concurrentemente.
Al evaluar cuándo aplicar la redundancia N+2, considere:
Decidir cuándo aplicar la redundancia N+2 requiere un análisis cuidadoso de sus necesidades específicas, tolerancia al riesgo y presupuesto disponible. Para operaciones críticas donde el tiempo de inactividad no es una opción pero los costos deben mantenerse bajo control, N+2 representa frecuentemente la solución óptima.
Es fundamental recordar que aunque los costos iniciales de implementar medidas de redundancia pueden parecer altos, es vital cambiar la perspectiva: invertir en redundancia no es solo un gasto, sino una salvaguarda. Es una medida proactiva para prevenir las consecuencias potencialmente devastadoras de las fallas del sistema, que pueden costar mucho más a largo plazo que la inversión inicial en sistemas redundantes.
Al evaluar sus opciones de redundancia para infraestructura crítica, considere no solo las necesidades actuales sino también el crecimiento futuro y los cambios en los requisitos de disponibilidad. En MITH, entendemos la importancia de diseñar soluciones de infraestructura crítica que equilibren perfectamente la confiabilidad, el costo y la eficiencia operacional, adaptándose a las necesidades específicas de cada cliente.